En el pasado, no hacía falta cerrar las puertas de la casa con llave porque la inseguridad no era algo común. Desafortunadamente, los tiempos han cambiado y la instalación de cerraduras de seguridad se hace cada vez más necesario, para proteger tanto las propiedades, como la integridad física de los miembros de una familia.
Con los avances de la tecnología se han creado equipos novedosos que permiten vigilar de manera continua la presencia de personas malintencionadas; sin embargo, aunque pareciera imposible, la astucia de estos individuos les permite superar estas barreras y lograr con rapidez sus objetivos.
En este sentido, es necesario colocar cerraduras de alta eficiencia en todos los accesos de la vivienda para complementar la función de estos aparatos. Algunos verán que esta iniciativa es un poco exagerada, pero si se trata de la tranquilidad de los seres queridos, nunca se podrá considerar como un exceso.
Ahora bien, muchos se sentirán fuera de peligro con los clásicos cerrojos de perilla que, a pesar de ser muy cómodas para el uso cotidiano, son fáciles de violar con herramientas que están al alcance de cualquiera. En otras palabras, no hay diferencia entre no tener nada y contar con estos dispositivos tradicionales.
Un intruso tiene la oportunidad de ingresar a donde quiera, pero si se le colocan ciertos obstáculos, no será tan sencillo para él. Ellos dependen del tiempo, del silencio y la soledad, por ende, si les cuesta violentarla con inmediatez, quizás terminan renuncian a la intención de invadir un espacio.
Las alarmas, el Circuito Cerrado de televisión (CCTV) y demás sistemas electrónicos son bastante eficaces, pero el primer paso es hacer que la tarea de robar sea difícil. Por eso, si de verdad quiere regalarle noches de paz a sus seres queridos, pida asesoramiento a los profesionales de la cerrajería.