Antes de caer en la tentación de pedir préstamos personales baratos es importante hacerse una serie de preguntas: ¿De verdad necesita el dinero? ¿Cuánto es lo mínimo que puede pedir? ¿Merece la pena endeudarse? ¿Tiene la capacidad para devolver el dinero en una fecha específica? Si después de responder a estas interrogantes insiste en solicitarlo entonces debe tener en cuenta lo siguiente.
Los préstamos personales de rápida concesión son también de rápida devolución. El plazo que suele acordarse en estos casos es de seis meses que pueden ser prorrogables, si no tiene certeza de que tendrá dinero disponible para saldar esta deuda es mejor que busque otra alternativa.
Si necesita 500 euros, pero tiene la posibilidad de pedir 1000 euros no lo haga. Ese dinero extra implicará más intereses y seguramente más tiempo para regresarlo a la empresa prestamista. Actúe con inteligencia y pida solo lo que requiere. ¡Ni un centavo más!
En lo que respecta a préstamos al instante la tasa de interés puede ser mayor. Así que antes de decidirse, evalúe las opciones que le ofrecen varias empresas prestamistas y concrete el préstamo con la que tenga condiciones que se adapten a su posibilidad de pago.
Existe un cálculo que debe hacer antes de pedir un préstamo. Cuánto dinero le aprobarán y cuál es la cantidad que deberá pagar por capital e intereses. Si lo que debe pagar supera con creces al préstamo, entonces es mejor que se abstenga.
No puede perder de vista que los préstamos son para enfrentar emergencias económicas, que no puede solventar por falta de liquidez temporal, ya que debe tener ingresos para poder superar la deuda. No trate de engañarse si no cumple con los requisitos para asumir la responsabilidad de un crédito porque las consecuencias podrían ser desfavorables.